¿Tengo suficientes conocimientos didácticos generales y de especialidad?
Como he respondido anteriormente, considero que un Profesor nunca está totalmente formado ni tiene todos los conocimientos necesarios sin que le afecte el paso del tiempo. Nuestra profesión es un trabajo que debe ser continuo al avance de la sociedad, es decir, a medida que transcurren cambios en el paso de los años también deben ocurrir una adaptación por parte de los profesionales en el sector educativo. Considero, sin ser presuntuosa, que estoy capacitada para dar una clase o para situarme ya en un puesto consolidado como maestra pero eso no implica que pueda acostumbrarme a la monotonía de mis saberes dejando atrás mi propio aprendizaje. Por supuesto, tenemos los libros de profesores con las respuestas e incluso tácticas y estrategias de enseñanza para el aula, pero debemos ser nosotros mismos quienes queramos una formación constante y así ofrecer lo mejor de lo mejor al alumnado.
¿Domino lenguaje didáctico?
Creo que sí. Mis estudiantes eran capaces de seguir mis explicaciones y entender lo que deseaba transmitir. En algunos casos, era necesario utilizar estrategias diferentes dependiendo del alumno ya que algunos tenían una captación más temprana que otros. Por ejemplo, durante el tema de volúmenes y áreas en matemáticas, la visión espacial de nuestros alumnos era bastante escasa y debíamos utilizar material manipulativo para que comprendiesen cuáles eran las caras de un polígono, sus aristas... Y sobre todo, comprender por qué el volumen es diferente al área. Con las figuras podíamos ilustrar de una forma más clara que el volumen implica el espacio que ocupa un cuerpo en el entorno mientras que el área se reduce únicamente a la propia figura. Los alumnos consiguieron aprenderlo, simplemente hay que ser constante, paciente y adaptar el aprendizaje a las capacidades de los estudiantes.
¿Podía exponer con facilidad y tenía una buena capacidad de comunicación?
A pesar de ese pequeño miedo y vergüenza que veces nos supone hablar en público, cuando estoy en un aula frente a un grupo de estudiantes esto desaparece. De repente, todas mis habilidades de oratoria y que comunicación oral se despliegan y explotan para dar rienda suelta a mis capacidades de transmisión. Se me hacía sencillo comunicarme con ellos en su propio lenguaje preadolescente, intercambiando bromas adaptadas a lo que les gusta y a lo que está de moda ahora mismo a pesar de doblarles la edad.
¿Me resultaba sencillo crear un buen clima para el aprendizaje o la realización de una actividad?
Algo que destacó mi tutora de prácticas acerca de mi trabajo, en la facilidad que tuve para situar mi autoridad como maestra frente a un aula. Cuando se requería silencio, lo conseguía y cuando deseaba participación, no faltaban manos arriba entre los estudiantes. Creo que esto se debe a que no trato a los chicos y chicas de primaria como niños pequeños. Los hablo en un tono asertivo utilizando un lenguaje que son capaces de comprender y exponiendo las necesidades que tengo yo cómo maestra pero entendiendo las que tienen ellos como estudiantes y niños de once años.
En el aula no considero que yo tenga que ser una jefa si no un líder. La diferencia entre jefa y líder es que, a este último, se le admira y se le sigue por propia voluntad ya que se considera que toma buenas decisiones para el bien común mientras que un jefe sólo impone su mandato frente a los demás.
¿He sabido organizar mi trabajo?
Si algo puedo destacar el misma es mi fanatismo por el orden y el control de la situación. Soy una persona tremendamente organizada que tiene preparadas multitud de posibilidades de hadas distintas situaciones que me planteo en mi propia cabeza. Me gusta pensar que sí hay un contratiempo tengo distintas maneras de solventarlo.
Mis cuadernos, libretas y carpetas siempre se encuentran clasificadas por colores y números para no perder pista y tener facilidad a la hora de buscar algo. Tenía agrupados a los sextos de diferente forma, clasificando dentro de estos grupos a los propios alumnos. Me fascina el orden.
¿Qué tipo de recursos y metodologías he utilizado?
A la hora que explicar un contenido siempre he tratado de utilizar estrategias de educación activa donde el estudiante debe responder y se generan pequeños debates para que ellos mismos adquieran el aprendizaje en base a su intuición y suposición. Por ejemplo, a la hora de ver vocabulario en inglés, les preguntaba cómo creían que podía ser la palabra en dicha lengua extranjera y que asocien determinadas pruebas para después terminar comprobando lo en el diccionario. Así construyen su propio aprendizaje.
También me gusta mucho la gamificación ya que es una metodología que facilita muchísimo la interiorización de conocimientos pues los niños están muy concentrados en el juego y en la meta que se puede alcanzar con la victoria.
Los pictogramas fueron muy útiles para los niños y niñas con necesidades educativas especiales ya que el refuerzo visual es muy estimulante y más sencillo de memorizar y captar.
Por último, la inclusión de la tecnología en el aula ha hecho del aprendizaje algo divertido e interesante para los niños. Ofrecer las herramientas y páginas de internet donde poder hacer juegos educativos y fichas interactivas les resultaba entretenido y muchas veces lo pedían.
¿Cuáles han sido las mayores dificultades?
Creo que mis mayores dificultades fueron a la hora de ser estricta. En algunos casos es necesario el regaño y explicar que sus actos tienen consecuencias si estos son negativos. Algunas veces me costaba ser firme al ahora de exponer una de estas consecuencias como podría ser un castigo.