Durante este breve pero intenso periodo de tiempo, he podido presenciar mi increíble capacidad adaptativa a circunstancias imprevistas. He descubierto que soy muy observadora y, por lo tanto, ante la falta de mi tutora, pude continuar con las obligaciones previstas. La saturación y el estrés del momento me hacían más sensible a los ruidos y movimientos bruscos, pues mi subconsciente reclamaba orden absoluto (lo cual es imposible en un aula de primaria). Supongo que una debilidad notable en este tiempo de aprendizaje fue notar en mi piel la presión por parte de un centro para controlar a los niños y avanzar en temario. Para mejorar usé los tips de vídeos como este:
Durante los días en los que fui, básicamente, una sustituta en prácticas, la responsabilidad recaía sobre mi persona, deseando crear una imagen perfecta de mí y de mi trabajo. La opinión de los profesionales fue muy positiva, es más, me dieron la enhorabuena, pero fue un proceso complejo para mí a nivel psicológico ya que en los inicios nada estaba planeado. Tengo que controlar mejor mis niveles de ansiedad, estrés y necesidad de perfección. Cómo me dijo mi tutora: en primaria siempre debes contar con un plan B por mucha programación que hagas. Tenía razón. Éste es un oficio humano y por ello hay fallos, faltas de asistencia, casualidades, suerte, equivocaciones… No se puede pretender tener todo bajo control aunque sea lo que mi mente quiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario