De nuevo nos encontramos en la situación de estar en un aula real como tutora de prácticas. Estamos en el año 2022 y el anterior también asistí durante menos tiempo, también deje un registro de distintas experiencias y reflexiones que podéis echar un vistazo pinchando aquí.
Se
inician los primeros días con nervios como es habitual en mí, pero,
afortunadamente mi clase ya es conocida y tenemos algunos vínculos trabajados
entre alumnos y tutores. El año pasado, estuve con los mismos alumnos sólo que
esta vez se encuentran en sexto de primaria y aunque parezca que el cambio no
es notable, en realidad si lo es. hay cosas que destacan mucho de estas edades
cuando están a punto de pasar al instituto como la rebeldía contra la
autoridad, las quejas, las hormonas… pero este año también está plagado por las
mascarillas y el cambio para dejar su uso atrás.
Durante estas prácticas hubo momentos increíbles que jamás olvidaría y también desafíos para ser una mejor profesional en el sector. además, se confío mucho en mis capacidades y habilidades como profesora al dejar mi al cargo del aula durante dos semanas teniendo únicamente a tutores observadores dada la baja laboral de mi tutora de prácticas. Fue una experiencia enriquecedora pero también agotadora ya que tuve que hacerme cargo del aula a todos los niveles: académico, social, impartirán las clases, mandaba tareas, corregíamos, preparaba exámenes, preparaba actividades… pero sinceramente, es algo que me ha servido para comprender que el trabajo de un maestro no se queda únicamente en el aula.
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